Abogados expertos en Mediación Familiar

¿Qué es la mediación familiar?

La mediación familiar es una forma de resolver conflictos de una manera pacífica. Conflictos que se generan en el seno de la convivencia familiar derivados de una situación de separación o divorcio del matrimonio.

La ventaja de la mediación familiar es que es un modo rápido de resolver controversias al existir una voluntad y un compromiso por parte de los cónyuges para intentar alcanzar acuerdos o soluciones. Además, es una forma bastante más económica de conseguir tales acuerdos que si directamente se acudiera a la vía judicial.

El éxito de la mediación familiar se encuentra en que las partes participan en la decisiones de una manera activa. De este modo se consigue formalizar acuerdos de manera más rápida. Además, normalmente los acuerdos que se cierran a través de la mediación familiar suelen ser más estables y duraderos.

No obstante, no sólo se utiliza la mediación familiar para resolver desacuerdos entre cónyuges en proceso de separación o divorcio sino también para resolver otro tipo de conflictos familiares. Por ejemplo: problemas entre padres e hijos, cuando existe desacuerdo entre hermanos para el cuidado de familiares o para conseguir que se haga efectivo el contacto entre abuelos y nietos, entre otros.

Si está interesado en esta figura, un abogado experto en mediación familiar podrá informarle sobre cómo se lleva a cabo todo este procedimiento y a dónde acudir para tener acceso a un mediador que pueda prestarle la ayuda que necesita.

¿Cómo actúa el mediador familiar?

El mediador familiar es un profesional que ayuda a los cónyuges que están interesados en poner fin a su relación matrimonial a adoptar los acuerdos más satisfactorios para todos los miembros de la familia incluyendo los hijos.

Por tanto, el mediador intenta aliviar cualquier tipo de tensión entre los cónyuges para que exista una comunicación fluida y así se pueda llegar a acuerdos beneficiosos para todos.

En ocasiones, el mediador propone soluciones flexibles a ambos cónyuges para tratar de conseguir acuerdos satisfactorios para ambos. Algo que de otro modo, casi con total seguridad, resultaría imposible conseguir.

Los acuerdos a los que se puede llegar son, por ejemplo, a quién le va a corresponder el uso de la vivienda familiar, cómo se van a repartir los bienes, cómo se va a llevar a cabo el régimen de visitas de los hijos o cuál será la cuantía de la pensión compensatoria.

¿Cuál es el procedimiento de mediación familiar?

La mediación familiar se lleva a cabo a través de los centros de mediación familiar. En este sentido, nos encontramos ante una materia que de momento no tiene una legislación única a nivel estatal sino que cada Comunidad Autónoma tiene su propia regulación.

No obstante, con carácter general el proceso de mediación familiar se inicia cuando existe voluntad por ambas partes de llegar a un acuerdo a través de un mediador. Esa voluntad es necesaria por cuanto, de no existir, no se alcanzará acuerdo alguno.

Durante el procedimiento de mediación familiar puede ser necesaria la intervención de otros profesionales cualificados como pueden ser abogados expertos en la materia, peritos o psicólogos.

Una vez se designa al mediador se celebra una reunión inicial para dejar clara cuáles son las condiciones de esa mediación familiar. A continuación se desarrollarán distintas reuniones hasta alcanzar los acuerdos necesarios que pongan fin a este procedimiento de mediación.

¿Cómo trabaja un mediador?

En unas primeras conversaciones con las partes tratará de hacerles entender lo conveniente e interesante que puede resultar el proceso si se comprometen y dejan guiar.

Una vez se gane la confianza de las partes, el mediador podrá exponer como es la realidad en estos procesos, y qué dificultados van a encontrar en adelante, a fin de intentar anticiparse y evitar problemas futuros.

Ya en la fase de negociación surgirán problemas en torno a educación de los hijos, régimen de visitas, liquidación de la sociedad de gananciales, uso de la vivienda, etc., pero lo cierto es que negociar con un árbitro desactiva la carga emocional que tiene esta negociación y que es el principal problema por el que las partes no podrían llegar a un acuerdo negociando directamente entre sí.

¿Qué puede conseguir un mediador familiar?

El éxito de un mediador es conseguir que ambas partes cedan por el bien de los hijos y alcancen acuerdo en torno a la guarda y custodia de los mismos, régimen de visitas, alimentos, pensiones compensatorias, uso de la vivienda conyugal, etcétera.

Ventajas frente al procedimiento judicial tradicional de separación

Conseguir acercar posturas mediante la mediación hasta el punto de poder firmar un convenio regulador de mutuo acuerdo tiene importantísimas ventajas:

Abarata costes

Un procedimiento judicial de divorcio contencioso, supone que cada parte se pagará su propio abogado, procurador y peritos si los hubiere; por lo que la que fuera pareja ha de pagar a 4 profesionales cuando menos.

Celeridad

Un procedimiento de divorcio puede tardar muchos meses. Incluso años. Frente a semanas que puede tardar en firmarse un convenio regulador con la mediación familiar, para así tramitar un proceso de mutuo acuerdo que se caracteriza precisamente por su simpleza y celeridad.

A nivel emocional

Sin duda lo más importante. Las personas que han padecido un divorcio contencioso podrán explicarles sus malas experiencias en el proceso: reuniones con sus abogados donde reviven hechos que no son precisamente agradables, leen los escritos de la parte contraria siempre hirientes, declaran en juicio contra el que alguna vez fue su amor, así como escuchan a este decir públicamente cosas que no son agradables de escuchar.

Y qué decir de los hijos que son testigos de todo este proceso judicial…

Por todo ello, se recomienda siempre intentar la mediación familiar cuando se atisben posibilidades de que ambas personas pongan de su parte para sentarse delante de un profesional que les quiere ayudar.

Si lo desea, en SuperAbogado podemos poner un mediador de su provincia a su disposición.